Ni en esos días escucho tanto ruido como lo hago ahora mirando al techo. Escuchando el revoloteo de las moscas que vuelan sin sentido, el ejército de hormigas caminando por mi pared, o peor aún, las voces de mi cabeza susurrándome promesas sin sentido.
Convenciéndome del desinterés de mis amigos, de lo inútil que es mi vida. Recordándome mis errores, mis fallas, diciendo que no soy suficiente.
Pero sé que no son más felices que yo.
Que ellos susurran pero yo puedo gritar.
Que llegará un nuevo amanecer.
Que podré ver el arcoíris.
Que no me rendiré.
Y que mañana seguiré como si nada. Que sentiré la brisa de otoño al caminar por las calles y que todo pasará. Que estaré bien.
Ma. Paula
:D
Comentarios
Publicar un comentario